La soledad es el precio de la grandeza

Cuando hayas concluido tus deberes al final del día, quédate a solas y permanece en calma.
Toma  un buen libro y léelo con atención.  Luego,
medita prolongada y profundamente.  Encontrarás mucha más paz y felicidad en esta meditación que en las desasosegadas actividades por las que tu mente se precipita descontroladamente  en todas las direcciones.

Si en la soledad de tu hogar cultivas el hábito de dedicar tiempo a la meditación, atraerás gran poder y paz, que permanecerán contigo no sólo mientras meditas sino también durante tus actividades.  La soledad es el precio de la grandeza.

Del libro: La paz interior
Paramahansa Yogananda.